lunes, 4 de julio de 2011

Arabayona

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Ermita Santísimo Cristo de Hornillos



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El origen de la ermita se conoce a través de un documento conservado en el archivo de la parroquia "Manifiesto histórico del Priorato Basiliano del Santísimo Christo de Hornillos...", en el cual los Basilios intentan probar que el obispo de Salamanca no tenía derecho a visitar la ermita. En el citado Manifiesto se hace una breve historia de la fundación y vicisitudes por las que pasó la ermita.

Existía en Arabayona una ermita en la que se veneraba la llamada Virgen de la Vega, edificio que estaba en un deplorable estado de conservación, cuando se produce en 1637 el milagro que dará lugar al culto del Cristo.

La ermita de la Virgen de la Vega había venido sirviendo de establo al ganado de un señor del pueblo. Saliéndose un día una res del cercado, intenta con un tiro de piedra que vuelva con el resto del ganado, falla el tiro y va a parar a unos zarzales de donde salen unos gritos lastimeros procedentes de una imagen que ha recibido en su costado la pedrada; la imagen comienza a sangrar por el Costado lo que es interpretado como un milagro que dará origen al culto del Cristo de Hornillos.

El arcediano de Salamanca encomendó el cuidado de la ermita a los monjes Basilios, establecidos allí desde el año de 1638, a fin de cuidar de las posesiones que la Orden tenía en el pueblo. Ña `psesoçpm efectiva se realizó el día 11 de abril de 1660 y según los libros parroquiales la hizo Don Juan de la Vega.

Pocos años más tarde, en 1672, los monjes deciden reedificar la ermita toma do para ello 400 ducados a censo de Francisco Tejada, como administrador de los bienes que para obras pías había dejado Francisco Rodríguez de Atienza, vecino de Salamanca. La reedificación de la antigua ermita se concertaba el día 10 de septiembre con Pedro Sánchez y Antonio Rodríguez, maestros de carpintería, quienes darían la obra terminada para el día de todos los Santos y recibirían en pago 5.300 reales.

La ermita reedificada en el siglo XVII no ha llegado hasta nuestros días, la desaparecer en la reforma del siglo XVIII. Ya en el Catastro se cita entre las posesiones del Cristo: "un solar sitio a la laguna en donde estaba la ermita vieja", dando a entender que en la reedificación se varió de lugar buscando un sitio mas saludable.

Los monjes deseaban construir casa y templo de mayor capacidad, para lo que era necesario adquirir los solares y tierras convenientes. Sería la presencia en el santuario del padre José del Barrio, que había sido abad del colegio de Salamanca entre los años de 1710 y 1713, el que de el impuso definitivo a la obra proyectada, que debió realizarse, según inscripción de la portada de la iglesia, entre 1715 y 1716. El Santísimo se colocaba, con licencia del obispo de la Diócesis, en 1735, no sin cierta resistencia por suponer que el convento carecía de renta suficiente para mantener a los 12 monjes que eran necesarios. En estas fechas se inicia el pleito que dará origen a la redacción del Manifiesto h que terminará con una Bula de Alejandro VI impidiendo al obispo girar la Visita Pastoral a la ermita.

Los monjes permanecieron en el convento hasta el año 1835 en que lo abandonan, iniciándose así la ruina del edificio que terminará convirtiéndose en cementerio.

En la actualidad la iglesia corre riesgo de ruina ?????????.

Convento:

Se conserva únicamente la fachada y dos grandes ventanales, cegados, visibles desde el interior del cementerio.. Rasga arco de medio punto rebajado con grandes devolones; lo enmarcan pilastras de frente acanalado que rematan en dados decorados con rosetas, que sustituyen a los capiteles. La portada es obra popular del siglo XVIII

Iglesia:

Presenta planta de cruz latina de nave única, mide casi 34 m. de largo y 9. de ancha, trestero plano y cúpula sobre precinas en el crucero.

El exterior del templo, de sillería arenisca de perfecta labra, presenta tres contrafuertes en cada costanera de la nave. Recorre los muros una sencilla moldura donde se lee: JUAN MONLEON V: DE CAÑIZAL Y ALEJO GARZIA V: DE RIOLOBOS HIZIERON ESTE FRONTIS A SU COSTA, SIENDO MAIORDOMOS. AÑO DE 1715. PEDRO GALLEGO V: DEL OLMO JUAN PINTO V: DE VALLESA, JOSEPH MORIÑIGO V: DE ALDEARRUBIA Y D. JUAN DE PERLINES V: DE V* DE ALDEARRUBIA D. JUAN PERLINES V: DE V* ESCUSA".

Rasgan vanos unos sencillos en la nave y con molduras de orejeras el del hastial de poniente que da luz al coro. La portada, en el imafraonte, con vano adintelado en el primer cuerpo enmarcado por molduras con orejeras; flaquean el vano pilastras lisas que tienen un frontón partido con escudo en el tímpano.

A plomo, sobre las pilastras, pináculos con bolas donde se efigian los símbolos de la Pasión y, completando la decoración, temas vegetales entre el frontón y el dintel. Un segundo cuerpo, donde se abre el vano del coro, está flaqueando por pilastras que arrancan de placas recortadas a modo de ménsulas.

El interior de la nave, de cuatro tramos con fajones que apean en pilastras adosadas, se cubre con bóvedas de medio cañón con lunetos ornadas con yeserías de labores geométricas distintas para cada tramo; el sotocoro con bóveda escarzana.

El crucero se cubre con cúpula sobre pechinas, adornadas éstas con el escudo de los Basilios y con los símbolos episcopales. El casco de la cúpula lleva decoración radial; los brazos del crucero y capilla mayor se cubren con bóvedas semejantes a las de los tramos de la nave.
Lado del Evangelio:

Retablo en madera, vista, de un cuerpo sobre alto basamento, más ático. La hornacina, de fondo liso con marco onrnado con cabezas de serafines y nubes, está flanqueada por columnas que llevan arandelas en el tercio bajo de sus fustes; ligeramente retranqueadas, potenciando así la calle central y, ambos lados, estípites. Remata en ático entre machones que tienen un entablamento que se incurva siguiendo el medio punto de la hornacina.

En la hornacina está la llamada Virgen de la Vega, titular de una de las ermitas que existieron en el pueblo. Es talla de vestir que no tiene mayor interés. El retablo habrá que situarlo en torno a 1740 y quizá sea obra del tallista Miguel Martínez.

En la costanera meridional del brazo sur del crucero, pintura sobre lienzo, grandísima, de la Virgen de Guadalupe. Se la representa bajo andas, enmarcando el conjunto cortinajes y velas sobre candelabros de pies abalaustrados, será obra del siglo XVIII.

Prebisterio:
Retablo mayor sobre alto basamento, de un cuerpo en tres cales más ático. Individualizan la calle central columnas con arandelas en el tercio bajo y talla menuda de fuerte claroscuro en los fustes; las colaterales, con estípites. El ático está flanqueado por roleos vegetales y con colgaduras doradas; a ambos lados paneles con tallas vegetales. La calle central se ha potenciado al máximo mediante la concentración de elementos ornamentales y la coloración en sus hornacinas del Cristo de Hornillos y de San Gregorio Niseno. El retablo está dorado y pintado de azul, todo parece original y obra de mediados del siglo XVIII.

La hornacina central, de vano trilobulado con marco ornado con nubes y cabezas de serafines, cobija la imagen del Cristo de Hornillos. Se le representa muerto, con los ojos y boca cerrados, cabellos postizos y corona de espinos modernos; la anatomía muy somera y con los pies en rotación externa.

En las hornacinas colaterales, de fondo plano, tallas de San Basilio y Santa Marina, ambas con policromía plana, pliegues del hábito muy paralelos y de escaso resalte, bocamangas amplísimas, a lo Sierra. Son obras del siglo XVIII. En la hornacina del ático, talla de San Gregorio Niseno, compañera en todo de las anteriores.

Lado de la Epístola:

En la costanera occidental del brazo sur del crucero, retablo semejante al catalogado en el brazo meridional. En la hornacina, talla de San Josafat, con policromía plana, cenefa con labores a punta de pincel en la bocamanga y carnaciones a pulimento en el rostro es hermana de las del retablo mayor, aunque de mejor calidad.

Sobre el muro norte cuadro sobre lienzo, grandísimo, en el que se presenta, bajo hornacina arquitectónica, a la Virgen con Niño, con manto amplísimo y en visión muy frontal; a los pies el escudo de los PP. Predicadores.

Hay que destacar por último dos cuadros. En la nave, lado del Evangelio, cuadro sobre lienzo representado a Santo Domingo in Soriano.

En el lado opuesto, a la misma altura, cuadro de San Gregorio Niseno, de mejor calidad que el anterior. Se le representa así en posición frontal, con el brazo apoyado sobre una mesa en la que descansa la mitra. Sigue modelos del XVII y a esas fechas pertenecerá.



Iglesia parroquial nuestra Señora de la Zarza


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El 14 de septiembre de 1559, Rodrigo González, mayordomo de la iglesia de Hornillos, se concertaba en el cantero Juan del Valle, vecino de Salamanca y recibirá por el trabajo dos ducados por cada día que visitase la obra amén de la comida.

Unos años mas tarde ,el 20 de agosto de 1562, Antonio Pérez, escribano de la Audiencia Episcopal, mandaba que se diese a Juan de Gastañuega, cantero, ".. un contrato que otorgó antes vos Juan del Valle, mtr: de cantería de la obra que hizieron sus oficiales en la iglesia del lugar de hornyllos ...". Parece, pues, que la obra de la iglesia, quizá sólo la capilla mayor y naves, estaban finalizadas en 1562. Ciertamente, que la capilla mayor con sus contrafuertes esquinados al exterior, las ménsulas renacentistas y vanos con molduración renaciente, guarda muchísima relación con otras obras de Juan del Valle, aparejador que fue de Rodrigo Gil de Hontañón.

Las Obras del siglo XVII afectaron fundamentalmente a la realización de la torre. En 1667 el maestro de cantería Martín Rodríguez reconocía la iglesia y hacía condiciones para las obras necesarias, entre ellas la torre, que sería adjudicada a Gonzalo de Cáceres, vecino de Cantalpino, que trabajará y recibirá pagos hasta 1677 y, posteriormente, Francisco Gallego. La mala cimentación daría lugar a un farragoso pleito y a las consiguientes dictámenes de los maestros que optaron por la interrupción de la obra que tan pocas garantías ofrecía.

La situación del templo a finales del siglo XVII era lastimosa. En la Visita Pastoral de 1691 se decía: "... el retablo del altar mayor por su antigüedad está indecente; el presbiterio y las gradas poco menos; la tribuna y choro enteramente deshechos y ocupada una parte de la iglesia con montes de cal, arena y piedras para la reedificación de la torre...". El obispo ante esta situación es tajante: ".... por quanto reconoció su Ilustrísima que la torre de esta iglesia está arruinada por haverse fabricado en falso y contra arte los maestros que se encargaron de ella fue informado que por parte de la yglesia se ha cumplido la escritura... manda que pida judicialmente que reedifiqué, bien sea donde está o entre los contrafuertes de la capilla mayor" El mandato se cumplió y volveremos a ver a Gabriel de Cáceres, esta vez con sus hijos, reedificando la torre. La obra debió de quedar con un sólo cuerpo y tan baja que apenas si se oía el tañido de las campanas en las a fueras del pueblo.

Bastantes años más tarde, en marzo de 1767, el obispo D. Felipe Bertrán giraba la Visita Pastoral a la iglesia de Arabayona y se encontraba con una torre que no cumplí la misión para la que se edificó. En consecuencia, y ante los problemas que se había venido dando durante los años anteriores, mandaba que se hiciese la torre de nueva planta, que se renovase la nave del Evangelio, que se hiciese sacristía nueva y trastero en el lado opuesto y que se hiciese un retablo de piedra semejante al que ya existía en la cabecera de la nave de la Epístola. Comenzaba así un período importante que cambiaría el aspecto del templo y terminaría de una vez por todas con el problema de la torre. Se pregonó la obra y se adjudicó al maestro Nicolás Rodríguez, encargándose de hacer las trazas, condiciones y presupuesto de tan importante obra, siendo supervisada por Antonio de Manzanares, fraile capuchino que a la sazón hacía el convento de la Orden en Cantalapiedra, quien, salvo alguna pequeña consideración sin importancia, aprobó el expediente de la obra.

Se terminaban así las obras del templo, excepto quizá la espadaña de ladrillo en que remata la torre.

Destacar el cambio de la advocación de Nuestra Señora de la Zarza, que cambiará en época contemporánea por la de la Veracruz.

Arquitectura:

La fábrica, construida en piedra arenisca, ha sufrido diversas remodelaciones sin que hayan afectado a su estructura. Es edificio de tres naves individualizadas por arcos formeros, dos a cada lado, de perfil rectangular fileteado que apena en pilares rectangulares muy reformados.

La nave central, más ancha de las colaterales, se cubre con armadura moderna de artesa vuelta que deja a la vista los arranques de las bóvedas barrocas a las que sustituyó. La nave del Evangelio, con bóveda de medio cañón con lunetos; la de la Epístola con bóveda de cañón de cinco tramos ornada con labores geométricas.

La capilla mayor lleva bóveda barroca de aristas con labores geométricas de resalto plano. conserva aún las ménsulas renacentistas en las que aparecerían los nervios de una bóveda de crucería, hoy perdida o enmascarada por la cubierta actual. En las constaneras del Evangelio y Epístola se abren vanos de doble derrame y perfil renaciente.

En la costanera de la epístola, a través de portada que rasga arco de medio punto con molduracion de listeles y escudo apergaminado en la nave, se accede a la sacristía, que se cubre con cielo raso de listones de madera. En el lado opuesto se abre otra dependencia, semejante a la sacristía, que hace las veces de trastera y lleva cubierta de madera a un agua.

En el hastial del poniente se alza la torre, prismático rectangular, con espadaña de ladrillo de dos cuerpos y tres vanos rematando en frontón triangular. En el interior, entre dos torres con escaleras de caraco, tribuna de madera; en el cuerpo bajo de la torre, baptisterio cubierto con bóveda de medio cañón complementaría de piedra.

El acceso a la iglesia, en el lado de la Epístola, se realiza a través de arco de medio punto de grandes dovelones con molduras en la embocadura del arco y jambas; es obra sin interés y quizá del siglo XVI. En los batientes lleva clavos en forma de cruz flor desalisada con cabeza piramidal de fuerte resalte; son obra barroca del siglo XVIII (foto herraje de los batientes)

Nave de la Epístola:

Restos de retablo rococó en madera vista ensamblado recientemente y con imágenes modernas.

Retablo de piedra a manera de arcosolio, con arco de medio punto con intradós y rosca del arco casetonado sobre jambas de frente cajeado, rematando en frontón triangular sobre ménsulas; es obra del siglo XVI. Cobijado por el arcosolio, retablado dorado de hornacina avenerada enmarcada por estípites, con entablamento quebrado y rematando en Gloria; flaquean en conjunto roleos vegetales con florones por remate, como obra que es de la primera mitad del siglo XVIII. En la hornacilla, talla de San Antonio con carnaciones a pulimento en el rostro y cuerpo del Niño, es obra de la primera mitad del siglo XVIII.

Presbiterio:

Retablo Mayor dorado, a manera de gran expositor con hornacina de arco de medio punto cobijada por copoete y flanqueada por machones con sartas vegetales en el frente; a ambos lados columnas adornando sus fustes con festones y rostros de serafines. A plomo sobre los machones y columnas, angelillos que portarían los símbolos de la Pasión y, rematando el conjunto, arco de medio punto con temas vegetales en la rosca. Es obra de mediados del siglo XVIII. Rematando el retablo, escultura de San Miguel, con pliegues alatonados de talla crespa que lo sitúan a mediados del siglo XVII.

Nave del Evangelio:

Arcosolio de piedra semejante al catalogado en el lado de la Epístola. Consta que se mandó hacer en la Visita Pastoral girada a la iglesia en marzo de 1767 por el obispo Don Felipe Bertrán. Es obra de Nicolás Rodríguez y difiere del modelo en las molduras de las impostas de las jambas.

Cobijado por el arcosolio, retablo barroco de hornacina briolobulada con marco vegetal, flanqueada por machones y rematando en Gloria. Es obra del siglo XVIII. En la hornacina, talla del Cristo de la Vera Cruz, se le representa ya muerto, con la cabeza ligeramente inclinada hacia su derecha, ojos cerrados y con señales de la Pasión muy marcadas. La anatomía muy acentuada, con las extremidades superiores e inferiores excesivamente adelgazadas. El paño suprafemoral con pliegues muy paralelos y anudado a su izquierda; las carnaciones a pulimento, perfectamente conservadas, excepción hecha de las guejadas de la cabeza y rostro repintadas en color marrón. Es obra del siglo XVI.

Púlpito con tornavoz barroco, obra sencilla, posiblemente reformada, que quizá corresponda al que se mandaba hacer en la visita de 1738

Retablo de un cuerpo en tres calles, obra reciente sin interés. En el ático escultura de Santa Aqueda, quizá del siglo XVIII.

Sacristía:

Escultura de S. Sebastián, con carnaciones a pulimento de ono rosáceo y restos de estofado en el paño suprafemoral. La anatomía, muy acentuada, corresponde a un cuerpo apolíneo y de línea serpentinata de marcado carácter manierista que sitúa la talla en torno a 1560

Cruz de altar, con Crucificado de madera, brazos en uve pronunciada, paño suprafemoral sujeto con cordón dejando al descubierto la pierna izquierda. Podría ser obra del siglo XVII.

Incensario, de plata en su color, con brasero gallonado y pie sencillo, es del siglo XIX. Custodia de finales del XVIII de la misma época.

Baptisterio:

Pila bautismal, en taza lisa de piedra arenisca sobre basamento circular y pie cilíndrico. Fue retallada la embocadura en el siglo XVIII.

Fiestas en honor al Cristo de Hornillos

Luis Falcón. ARABAYONA

28/10/2010 Salamanca24horas.com

Del 29 de octubre al 2 de noviembre, los vecinos de Arabayona de Mógica celebran sus tradicionales fiestas en honor al Cristo de Hornillos

Ermita de Hornillos en Arabayona de Mógica
Con la tradicional misa y posterior procesión con el Cristo de Hornillos en su ermita, se llega al ecuador de las fiestas patronales que vive este municipio de Las Villas.

Dice la literatura que "a cinco leguas de Salamanca, sobre un collado que se alza en los confines de los territorios de la Armuña y Valde-villoria, encuéntrase situada la antigua villa de Arabayona de Mójica, señorío que fue de los condes de Peñalba, y que sería desconocida a o darla merecida celebridad un santuario famoso en muchas leguas a la redonda. De tiempo inmemorial venerabase en una pequeña ermita, una imagen del Crucificado, que la tradición asegura fue hallado a doscientos pasos de la villa. Fue el caso de un labrador rompió con la reja del arado un hornillo escondido en la tierra, quedandose santamente sorprendido al encontrar dentro una imagen de Cristo en la Cruz, envuelta en telas de seda verde. Calcúlase la alegría del piadoso vecindario y no se extrañara seguramente que se erigiera una ermita denominandose de Hornillos la venerada imagen, y dando lugar a que el vulco conozca por ese nombre mas que por el propio a la antigua Arabayona".

En cuanto a su santuario, "A pocos pasos de la villa, en su vega, antiguamente prado con abundantes pastos para el ganado vacuno, y codiciadas huertas, se halla el lugar donde existís una pequeña ermita, en la que se daba culto desde tiempos inmemoriales al Santo Cristo de Hornillos y a la patrona de Salamanca Ntra. Sra. de la Vega.

La tradición asegura que la imagen del Santo Cristo que en ella se veneraba, fue hallada a dos cientos pasos de la misma por un labrador, que con la reja del arado tropezó con un hornillo escondido en la tierra que labraba. Grande debió ser su sorpresa al encontrar dentro del mismo, una imagen de Cristo crucificado envuelta en telas de seda verde.

Sin duda el hecho debió llamar poderosamente la atención, no sólo del vecindario de la villa, sino de las comarcas limítrofes, ya que il fue el origen del actual Santuario del Santo Cristo de Hornillos.

La tradición popular afirma que tanto el sobrenombre de Hornillos que ostenta la villa, como la advocación con que es venerado su Santo Cristo y el nombre de Hornillos dado a su Santuario, se debe al citado hecho.

Bien pudo suceder que la citada imagen apareciera en uno de tantos hornos que debieron existir en un paraje lindante con dicha vega, donde estuvo situado el primitivo santuario que desde tiempos inmemoriales es conocido por el nombre de Hornillos. Hasta hace poco existieron tres, de los cuales únicamente subsiste uno junto al emplazamiento del actual Santuario. La misma tradición asegura que los antepasados de Arabayona, juntamente con el pastoreo y el cultivo de sus arenosas tierras, tenían como oficio de tejeros.

Había numerosos tejares distribuidos por dicho paraje con sus hornos en los que cocían la teja, con cuya venta aliviarían o pretenderían aliviar la pobreza originada por la escasez de productos obtenidos en sus tierras. Y bien pudo haber sido puesta o escondida allí la imagen del Cristo en una de tantas incidencias turbulentas de nuestra historia.

Fuere de ello lo que fuere, lo cierto es que Arabayona debe su celebridad al Santuario del Santo Cristo de Hornillos y que por este sobrenombre es mas conocida que por el propio.





PROGRAMA


VIERNES 29
23:30 Discoteca móvil

SÁBADO 30
16:00 Juegos infantiles
18:30 Toque de vísperas
19:00 Traslado de imágenes
00:00 Verbena: ORQUESTA AZABACHE

DOMINGO 31
09:00 Alboreada por las calles del pueblo
12:30 Misa en honor al Santo Cristo de Hornillos seguido de procesión
14:00 Vino de honor
18:30 Jotas en la explanada de la ermita
23:00 Verbena: ORQUESTA ISLA (coincide con Hallowen :)

LUNES 1
09:00 Alboreada
12:30 Misa
17:00 Acttividades (para niños)
23:00 VERBENA "FIESTA"

MARTES 2
15:00 Gran paellada, a continuación charanga
19:30 Teatro a cargo del grupo Zaranda de Villoria

Escudo de Arabayona


J.L.. ARABAYONA

Escudo Actual de la Villa


Escudo partido:

1:. En un campo de azur, tres hornillos en su color natural, puestos en palo

2:. En campo de plata, una rama de zarza en su color natural.

Timbrado de la Corona Real Española.




Explicación de los elementos del escudo por Agustín Salgado

"Correcta la alusión a los hornillos; a la abundancia de hornos de barro, "forniellos", debe su nombre el pueblo, y la zarza, por ser su patrona Nuestra Señora de la Zarza, si bien hoy comparte su patronazgo, desde finales del siglo pasado, con el Cristo de la Vera Cruz. Cabe señalar que la Virgen de esta advocación lo es por haber sido hallada su imagen escondida en una zarza, quizá para ocultarla a una incursión mora, y que ¿ocultó la zarza?. Se hallaba la imagen del Cristo cuando el prodigio de la pedrada.

Agustín Salgado


La Voz de Salamanca. ARABAYONA

Agustín Salgado nace en Arabayona (Salamanca). Cursa bachillerato en los Hermanos Maristas y fray Luis de León (Salamanca) para acabar siendo Licenciado en Filología Hispánica. Su casa de Arabayona y la ciudad de Barcelona comparten actualmente su residencia.

Sus primeros relatos aparecen en Ínsula (Madrid). En 1969, a raíz de la prohibición por censura de su relato Las palabras y las moscas comienza a publicar en México, en la Revista El Cuento, en la que ve la luz el relato prohibido.

LIBROS PUBLICADOS

Poesía:

La señal de las palabras (1969)
La espiga y el barro (1972)
Poemas de otoño (1998)

Relatos:

El ábrego y otros vientos (Méjico, 1972)
Memorial de vientos (1991)
El habitante del aire y otros prodigios (2002)

Novela:

Trilogía: Las Tierras
Tierra desolada (1974)
El Horcajo (1976)
Las brasas (1976)
La Grama (1981, 2001, 2008)

Actualmente esta novela ha sido reeditada por Ediciones Dédalo en su versión revisada y definitiva. Es autor a su vez de varios ensayos históricos, y tiene en preparación el libro El Pedroso y el Censo Perpétuo de Gonzalo de Ovalle y Ana de Solís.

PREMIOS

Premio De Cuentos Caja de Ahorros de León (1972)
Premio Cáceres de novela corta (1974) con la novela Tierra desolada, publicada bajo silencio administrativo después de estar prohibida enteramente por la censura.
I Premio Iberoamericano de Cuentos (Méjico, 1975) con Las apariciones

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